miércoles, 22 de diciembre de 2010

Simbiótico

Afuera resonaban los primeros vientos de invierno. Poco a poco se alejaba el sol, dejando paso a una noche que prometía frío.

Él, impávido, veía como se iban consumiendo, lentos, los troncos en la chimenea, repiqueteando entre las chispas y las cenizas de innumerables troncos ya consumidos.
Tenía los ojos borrosos, llenos de humo de tanto acercarse al fuego, viéndolo como pasmado, como si fuese la última vez. El fuego que le recordó, que ya era hora.

En el medio de su meditación se preguntó, que habrían sentido los antiguos pobladores americanos, asistiendo mudos al espectáculo que la barbarie española les brindó, cuando en un arranque de envidia ante tanta magestuosidad, quemaron sin ton ni son siglos de sabiduría.
Y se figuraba también, como es espectador más, el nítido espectáculo de las columnas de las purgas inquisidoras, contra todo lo que no fuese europeo... pareciera ser la forma en la cual estos individuos sabían comunicarse, vaya él a saber.

Veía entonces los libros arder, y se resistía a cumplir con lo suyo.
Cierto miedo a que lo descubran, a que lo vinculen, a ser otra víctima más del 'algo habrán hecho'. Allí estaban sus preciados tesoros, apilados en infinitas filas, todos y cada uno de sus pensamientos acuñados durante años.

Vio con horror como su manos se automatizaban y cumplían con el deber que el resto del cuerpo se resistía cumplir. Tomando una vela cada una, las acercó al primero al fuego, y luego hacia las interminables hojas.
El fuego se avivó intensamente, y ahora sus manos ya no sostenían las velas, sino que directamente arrojaban los libros a la chimenea...
el resto de su cuerpo sentía espantado el olor a olvido que tal crimen iba dejando.

Y despertó de su pensamiento, viendo como las llamas le iban consumiendo ahora su propia piel, no pudiendo distinguirse ya el cuerpo de los libros.

martes, 30 de noviembre de 2010

Volvé

Volvé. Metamorfoseado.

Envuelto en nuevos colores

Rodeado de suaves melodías.


Volvé. Impávido y lejano,

Volvé sereno a mí.

Que quiero contarte viejos cuentos,

que el calor está cerca

y necesito amparo en tu sombra.


Volvé que nunca es tarde.

Que solemos ser nuevos,

cuando se apaga el último rayo de sol

y tu estrella brilla con la mía.


Volvé. Volvé que hace soledad.

Volvé que no somos perfectos

ni tenemos todas las respuestas

pero podemos intentarlo.


Volvé para hacer nuevas las palabras

‘te quiero’ y ‘que bueno verte’

‘no te vayas’ o ‘quiero crecer con vos’

Para inundar mi existencia.


Volvé. Pero volvé vos

con todo tu vos.

Que no me da miedo serte sincera

y mostrarme frágil

y subirme a una nube

y sonreírte sonrisamente.


Volvé . Que son pasos conocidos ya

que la vuelta es dulce

que la vida es ciclo

y que estás en esa circularidad.

domingo, 14 de noviembre de 2010

(im)posibilidades

Yo quería que compartiéramos este presente, juntos.

Quería que fueran tus ojos

los últimos ojos que viera antes de dormir.



Yo esperaba que nuestra reciprocidad no tuviera límites visibles,

Que fueras mi norte,

mi brújula

y mi punto de fuga.


Quería todo eso. En pasado doloroso,

que se entromete en mi presente desolado.

Quería que me sacaras más sonrisas,

O darte más abrazos.

Sentirte cerca y en mí.


Yo te quería como compañero,

como amigo,

como amor.

Realmente creía que teníamos muchos días por delante.


Muchas hojas para escribir

un nosotros que,

forjado con miedo pero

con plena conciencia de lo inevitable y hermoso,

Nos envolviera.


Serenos como agua de río.

Jodidos pero radiantes.


Quería todo eso. De verdad que sí.

Lo quiero y me duele hasta los huesos escribirte en pasado.


¿Qué pasó?

¿Por qué?



Vendrán, seguro, los momentos

De recordarte, sonreírte y agradecerte.



Hoy me visto de nostalgia,

Dejo fluir los ríos de lágrimas


Y te siento, lindo, como fantasma;


Visitarme por la noche.


Inundar los sueños,

indagando la carne.

No dejándome olvidar.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Despertares


(I)



Y cierto día, la princesa Rapunzel se cansó de esperar. Se empalagó hasta el hartazgo de cuentos de príncipes y caballeros que socorren damicelas en peligro. Vio por primera vez su torre y cayó en la cuenta de su encierro.Y ahí fue que dejó de creer en princesas insípidas e infinitamente pacientes, que aguardan algún valiente que las fuera a rescatar. Miró su rubia y larga cabellera, sagrado mandato familiar de no cortarla; era preciso hacerlo sólo cuando apareciese 'aquel apuesto caballero'. Al diablo. Tomó las tijeras que guardaba entre las telas de su vestido y cortó cortita su melena.


Es que estaba cansada de imaginar en sueños realidades imposibles, cansada de la pasividad de su mandato, cansada de su belleza, de su pelo sedoso y por sobre todas las cosas, de su supuesto príncipe, aquel sapo repugnante que no iba a aparecer.


Los príncipes azules no existen, susurraba para sí, mientras saltaba de la torre con sus cabellos hechos trenzas de lianas. Rapunzel se burló del destino de noble princesa que le esperaba, y escapó.



(II)



Y mientras corría, Rapunzel dejó caer un par de lágrimas: era imposible no extrañar un pasado que fue tan.. suyo, que era o parecía ser tan cierto, que era. El pasado es un tiempo verbal que suele doler hasta los huesos. Y por más que se repitiera con firmeza ‘¡los príncipes azules no existen!’ ‘¡Los príncipes azules NO existen!’, hay que ser muy fuerte para hacer tabla rasa de tantos años de encierros y anhelos desvelados.


Hay que tener el coraje de tomar la vida y moldearla de nuevo. Si bien la princesa podía y tenía el espíritu listo para tal tarea…. A veces flaquea. Como en aquel momento. Y sus lágrimas daban cuenta que había mucho por purgar para poder ver más allá del dolor y sentir que existían en ella las fuerzas para sortear el destino.


Creía que con sólo saltar la torre, las dificultades iban a quedar atrás….y entonces dejó de correr. Miró su reflejo en el lago, después de varias horas… y se noto distinta. Vio que los ojos apuntaban a lo alto y supo que le esperaban grandes cosas por ver. Miró los vestidos desgarrados por la caída, y (no sin algo de lástima) los terminó de desgarrar. Nada de la antigua princesa debía quedar en pie. Nada salvo esa firmeza de carácter que la hizo saltar… para ser una nueva mujer había que poner punto final a la princesa cautiva en la que se había transformado.



Y sólo debía hacer una cosa. Lentamente, respirando muy profundo… dejó caer al fondo del lago sus doradas trenzas. Sonriente, y aliviada, se dispuso a caminar

viernes, 22 de octubre de 2010

Búsquedas

Hay un reflejo de agua escondida,
entre las piedras y recovecos
de tu cuerpo ensimismado.

Hay un reflejo de agua escondida,
de agua pura, agua eterna,
que rodea los cuerpos como seda
los envuelve y sacude

El agua nunca está quieta.

Busco sedienta el reflejo
aquel que sacie las ansias
de encontrarte allí tendido
a la espera de mi llegada.

Búsqueda frenética
de tiempos inmemoriales

Encuentros furtivos
en lejanos manantiales,

donde
supimos ser ola
y mar embravecido
y tibio curso de agua de río
y frío glaciar cristalizado.

Para volvernos a fundir
en aguas distinas
en bifurcaciones y brazos ajenos.


Nada puede detener la fuerza del agua.
Y yo,
aún
te busco

lunes, 18 de octubre de 2010

Necesidades Básicas Insatisfechas

Aire. Necesito aire. Hace días que busco respirar y siento que el aire no me alcanza… el poco oxigeno que entra se suicida en los alvéolos…Un poco de aire. Al menos un puñado de bocanadas y quizás el cerebro empiece a funcionar. Y por ahi te recuerde. Porque si no me oxigeno, la basura nunca va a salir a la superficie.
Aire. Necesito de mi antiguo aire. ¿Porque antes entraba y salía a gusto por el cuerpo? ¿Por qué siempre hay un antes en el cual las cosas parecen menos difíciles… menos tristes… menos duras?
Como hago para oxigenarme… gran dilema. Necesito, necesito aire! ¿Hay algo más simple que eso? Y trato, trato con todas mis fuerzas. Para algo están los orificios nasales. Inhalo. Pero no, no hay nada… ya no me queda aire. Y se nublan los pensamientos que se acumulan en el pobre cerebro mío, desgastado por el paso del tiempo, y la falta de sangre pura.
Te recuerdo, poco, pero te recuerdo. Te necesito.

¿Dónde estás?

domingo, 10 de octubre de 2010

Arena.

A veces me parece que soy como arena….
Aunque trates de alcanzarme,
Termino escurriéndome entre tus manos,
Y entregándome sumisa al viento.
Vuelo como jamás voy a volar
Me envuelve la brisa y yo soy parte de ella,
No se bien donde me voy a frenar,
Es probable que sea lejos tuyo.

Y si pretendes buscar la manera
De atrapar mi fragilidad
De poseer la incorporeidad de mi ser
No te confundas, no creo que vayas a poder
Terminare siendo un vacío en vos….
Desprovista de toda pertenencia,
Solo puedo ser mía.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Estados

Estoy inquieta. Me muevo de un lado para otro,
sin saber bien qué quiero hacer.

Estoy dispersa. No puedo concentrarme, no puedo
leer, ni estudiar. Tengo mi cabeza en otro lado.

Estoy ansiosa. Tengo dentro ganas de algo,
No se bien de que. La incertidumbre
es hoy mi mejor compañera.

Estoy feliz. Por fin encuentro oidos
en quien quiere escucharme, alguien que me abraza y donde siento
que el mundo se hace más chiquito y agradable.

Por fin encuentro a quien dedicarle palabras, sentires
besos y caricias. Por fin encuentro reciprocidad.

Y.. sin embargo... cada tanto tengo que alejarme. ¿Por qué?
Vuelvo a tiempos donde mendigaba migajas
donde desperdiciaba lágrimas, y escondía palabras.
¿Qué hago?

¿Por qué me cuesta dejarme querer? Focalizarme...
Enfocar donde me siento mejor.

Estoy vulnerable. Hoy me levante desnuda en alma.

A veces no se cómo llevar la desnudez.

domingo, 29 de agosto de 2010

Borges y el mar.

Borges es para mí como el mar.
Conforme pasa el tiempo, las impresiones que tengo de él varían

Cuando uno es pequeño, es arriesgado y comprende que no puede haber nada de malo en probar el mar. Aunque este se vea cada vez más grande, se transforme en océano y sea para nosotros infinito.
Hay otros que, de pequeños, le temen profundamente al mar, por monstruoso, enorme.. Impensable. Tanto en un caso como en el otro, el acercamiento o alejamiento es radical.
Sin medias tintas.


Cuando pasa el tiempo, empezamos a comprender, que ese montón de agua que nos abruma o nos fascina es en realidad tan sólo eso. Un montón de agua salada, en donde no viven monstruos marinos, ni se pueden pasar horas jugando… el mar deja de tener epítetos fantásticos para llamarse MAR, A secas.

También se lo puede adornar de metáforas, para tapar la conciencia que ya tenemos de lo simple. Y lo mundano. Lo que es perfectible y de a poco muestra falencias, puntos oscuros…


Sin embargo, el mar –o Borges, y ni sé- tiene una cualidad que lo hace único; traicionero como pocos, impredecible y bravío.

Lo mejor de Borges es que no podemos predecir sus finales.

Lo mejor del mar, es que suele no tener final.

viernes, 20 de agosto de 2010

Mariposas


Ella siempre quiso ser mariposa. Miraba por la ventana de su jardín y soñaba con que un día volaría tan alto que nadie la iba a poder atrapar.
Y más aún cuando se asomaba a su terraza, desde allí podía ver toda la ciudad. ¡La adrenalina de sobrevolar todos los edificios, calles, patios y rincones de su gris ciudad! Era impagable. Miraba al infinito y ansiaba que desde su espalda brotaran alitas. Hacía fuerza, mucha fuerza, cerraba los ojos y esperaba… resulta que no. Una y otra vez. Su espalda era la misma.
Era entonces el momento en que dejaba correr un par de lágrimas por sus mejillas…. Vaya casualidad que en esos instantes sobrevolara una tierna mariposa. Ella lloraba más aún.
Siempre quiso ser mariposa. Porque ellas sí que son libres, sí que no tienen problemas, deambulan por la vida y son realmente felices.
Porque ellas viven, intensamente, toda su vida como si fuese solo un día.
Porque literalmente viven un día.
Ella ansiaba la transformación. Su cuerpo no la satisfacía, su espíritu no entraba en la cárcel de huesos que le habían asignado. No quería sus burdos ojos marrones; necesitaba los vidriados negros. No quería esas piernas feas y sin forma; necesitaba las patitas flaquitas que pueden posarse en las más suaves flores.
Pero más que nada, necesitaba alas.
Necesitaba irse. Ya no quería tener nada que ver con el ajetreo diario, con la inútil monotonía a la cual inevitablemente se veía arrastrada. No quería mas vivirse odiando, como si cada día fuese un infierno. Ansiaba tener la capacidad de vivir intensamente… justo como las mariposas.
Resulta que una noche, cansada de tanto llorar, se acercó a su terraza. Vio un cielo claro, sin nubes y plagado de estrellas. La luna la llamaba, le pedía que fuese a visitarla. Y vio una invitación a convertirse. Allí se quedó, esperando que amaneciera, porque sabía que no podía traicionar a su primer amor para ir a ver a la luna primero. Cuando notó que violento el alba despuntaba, se paró frente a la pared de su terraza. Cerró los ojos con fuerza, de cara al infinito e imagino una hermosa mariposa de brillantes colores, para la cual no existía ni la mentira, ni el rencor, ni la soledad. De tanto llorar, sus lágrimas recrearon un par de alas transparentes, que comenzaron a asomarse por su espalda. ¡Por fin las sentía! Allí estaban, las puertas a la libertad.
Entonces, secó sus lágrimas, abrió los ojos y se dirigió a ella. Abrió las alas y voló.
Cuentan que fue imposible darle sepultura a su cuerpo inerte que yacía en la vereda de su casa. Al instante se transformó en miles y miles de pequeñas criaturas, de todos los colores, que sobrevolaron la gris ciudad hasta perderse entre las pocas nubes de ese día soleado.
No habrá sido en esta vida, pero ella terminó transformándose en mariposas.

lunes, 16 de agosto de 2010

Ocurre que a veces

Ocurre que a veces,
hay oportunidades en las que crees
que no hay forma,
que las cosas salgan al reves

y te jugas al todo o nada,
balanceandote en la cornisa del error,
confiado en que no caeras nunca,

pero ocurre que si podes caer.


Ocurre que a veces,
la vida se te cambia en un segundo,
tu mundo deja de ser tuyo,
ya no hay algo que tengas que entender,
porque no reconoces nada.

Ocurre que a veces,
de pronto y sin pensarlo,
llegas a divisar la cornisa desde tu fosa

y añoras los tiempos en los que
caminabas desprevenido,

y una sonrisa se dibujaba en tu boca


Ocurre que a veces,
lloras sin lagrimas,
lo que pudo ser y no fue,
lo que fue y nunca sera de nuevo,
lo que es y no te gusta que sea,
lo que queres que sea y no sera jamas.