jueves, 6 de diciembre de 2012

Puntos de vista (2008)


I.

Ella

Me parece que está dormido. Si, efectivamente... Sus ojos están cerrados, y ni responde a mis caricias. Duerme. Se ve más lindo cuando duerme. Me acurruco a su lado.
Preferiría verlo despertar, que me cuente que siente, que espera. No consigo conciliar el sueño... ¡Qué bien que estuvimos juntos!

Él

No, no quiero quedarme despierto. Quizás si cierro los ojos, creerá que estoy durmiendo. Prefiero no hablar. En la penumbra que preanuncia el sueño, la imagino. Ahí me acaricia, dios, como quisiera responder, pero no. Hoy no puedo hablar. Son demasiadas sensaciones encontradas como para ensuciarlas con palabras. ¡Que bien que estuvimos, juntos!

Ella

Me estoy cansando....¡Despertate! Quiero gritarte que te quiero, ayer no te respondí. Te siento respirar, ¿Qué estarás soñando? Ya no te intento abrazar como hace unas horas. Me acuesto de lado y me opongo a tu paisaje entre mis sábanas.
La ventana, curiosa, me cuenta que el sol está comenzando a aparecer... ¿Despertarás? ¿Te quedarás entre mis pliegues, o huirás ante la primer señal que te abrume?

Él

Si, creo que pasaron un par de horas, lo sé porque el sol está apuntando a nuestra cama. Y ella sigue ahí. Mejor dicho, yo me he quedado acá, yo he saltado mi propio muro. Y acá estoy. Y no quiero... no quiero abrir los ojos. ¿Recordará que le dije, muy despacio, que la quería? Se me escapó, ni lo tenía planeado. Es dificil sacar a relucir las emociones que a flor de piel suelen traicionarnos. Cada tanto me gana el pasado inexpungable. Tengo la sensación que esta es la vencida...

Acercate que el sol no es suficiente abrigo...
No, deja.

Me acerco yo.


II.

Ella

Mmm, mira quien vino a aparecer, interrumpiendo mis meditaciones matinales. Se me acerca y lo abrazo, también. Y termina el sol de despuntar...

- Chist... ¿estás despierto?

-Sí. Quería decirte...

(ella, al mismo tiempo) -Quería decirte que..

-Vos primero, dale.
-No, en serio, vos...

-Dale, dale, ¿que querés decirme?

-Bueno, que te escuché

-¿Qué?

-Que te escuché, y que yo también...

-¿Vos también que? -Te quiero.

-Ah.... (sonriendo) si, si sabía...

-Bueno, eso.

Ella (nuevamente)

¡Dios! Tantas cosas que quería decirle, y me trabé. Como suele ocurrirme. Las palabras me hacen frente cuando pretendo hilarlas en frases con sentido. Sólo eso y realmente eso. Que lo quiero.

El

Bueno, al menos me escuchó. No lo niego, hubiese preferido más. Parece un cofre de mil llaves, y yo no soy, precisamente, muy diestro con las cerraduras. Vuelvo a abrazarla, es allí donde nos entendemos. El lenguaje de las señas, parece ser el que mejor nos funciona.

Ella
¿No vas a responder nada? ¿Sólo un insípido, 'Si, ya sabía'? Igual... yo tampoco pude decirte tanto. Pero de todas formas.... no se. No hay abrazos que suplan lo que no sabemos decirnos. Y me abrazás mas fuerte, te siento tan cerca... es imposible conservar la cordura.

Y allí vamos, otra vez.